Han sido noches largas y extensas, ambiguas con vaivenes y presente siempre el momento preciso, el instante justo en que todo se quebranta y los avances no son más que gestos y actitudes incomprensibles.

El tiempo es sabio y, ahora, en que el cielo se abre recordando a cada destello tu piel, las caricias y deseos que no volverán.

Son solo cósmicos instantes en que el respiramos el mismo aire y la mañana parecía una puerta hacia la normalidad.

Te quise, tal vez, en demasía como para dejarte partir libre como el tiempo e impredecible como el largo trasnoche y si mi pasión no fue suficiente, perdóname, no se vivir de otra manera.

El fuerte viento empuja mi ventana, la volatilidad del ambiente que ha generado mi cigarro, se pierde junto a tu sombra.

No más, sin tí…por tí y por mí y los sueños deseosos libres.