Comienzo de un amor en viaje

Quizo el destino un veinte y uno, después de la media noche, cuando no se espera, ni en lo imaginario, pero en el momento necesitado. Tal vez una conversación a la sombra de un triste cigarro acompañante de una copa, inicio un camino que me lleva a escribir ahora una memoria, que me llevo a abordar el viaje sin un destino aparente ni meditado, cuando los recuerdos y momentos hoy se hacen gigantes, sin que mengüen ni mi cariño, ni la nostalgia por aquellos comienzos distintos, difíciles momentos que no entendía el porque. Ha sido constante la lucha por el amor, un ideal que defiendo a muerte que no dejo que la insensatez de quienes creen dominar sin pasado, por el egoísmo de ver sinceridad que ha tropezado, es cierto, pero a la luz de un beso, al recorrido de una caricia, de un gesto, nada importa. Han sido horas que hemos compartido que se iniciaron en una noche, fría o no tanto, no lo recuerdo, me recuerdo un viaje, a mitad de el, que sin duda volvería a abordar ya que me llevo a nuevas sensaciones y que no quiero dejar.

Contara la memoria que una ilusión de creer en algo vago, hasta el momento de un beso, dio fuerzas y me encantaría hacer hincapié en lo sencillo, en un corazón que merecía, según mi parecer, recibir lo reservado solo para los sueños para aquellos que me desvelaban cuando no te tenia, y ahora que vivo en un sueño esa reserva se hace promesa que se retrata a cada paso de un tiempo que parece no importarle nada y que avanza sin medida ni resguardo y que me hace tratar de entorpecerlo ahora y generar una brecha para darle paso a las palabras sencillas que hoy por ti se dan cita y otorgan vida al sentimiento que es palpable mas que por el baile de tu sombra al que admiro por amor, por el inicio lento que nada tenia en consideración ni sensación de lo que nos deparaba la magia inesperada del destino, ese que nos atraviesa sin dejarse atrapar con el cual no podemos dialogar que os maneja y nos une que nos subió a este viaje, que nos ubico justo detrás de quien pareciera ser el corazón que nos dirige y a quien siempre debemos gran parte de nuestra existencia por haber situado su mirada en nosotros, a quien debemos el alejamiento de quien me acompañaba y conozco bien, sin querer tuvimos que bajar un escalón para llegar a donde se dice ser la realidad tangible, pero que no es mas que una mascara que oculta la pesadilla existente que solo basta retroceder un peldaño del viaje para dejarla, para volver a sentarse donde tu respiro se hizo parte del mío, donde un sueño empezó a conquistar a un esquivo participante que paso a ser protagonista que no entendía porque lo estaba siendo , que no lo niego, intento renunciar, pero la razón que da el corazón pudo mas y volvió a ser una compañera que da alas a la imaginación, que vuela tal ave tras un sonoro de pureza que en un atardecer se vuelve nostálgico porque te recuerda lejos de aquí en aquel paraíso donde tu silueta se dibujo de tal forma que solo el recorrido de un beso puede describir y al cual no volví hasta que mis pasos se sintieron firmes y que ahora se aferran con cada día que pasa, con cada palabra pronunciada, con cada ilusión repartida…

Sin alguna vez hubiese imaginado que serias el primer amor de mis deseos, de mis palabras, tal vez no lo habría enfrentado, por temor, por tu caminante pasado, por esa distancia que dicen que existe, que no es posible el amor cuando existen barreras que intentan probar lo contrario, pero mientras allá esperanza y exista amor nada se separa, no se derrumba lo que con lucha se construye, lo que en un simple, pero significativo descanso provoco que hoy no estuviese hablando de otra cosa que no fuese tu, y la historia que hoy podemos contar y por el comienzo que día a día construimos.

Han pasado algunas horas desde la ultima vez que escuche la magia, mas horas desde que respire el mismo aire, pero se detiene el tiempo al pensar que no te he visto hoy y que llega la oscuridad sin saber nada de ti, me tienes aquí sentado, frente a una hoja que retrata lo que te extraño y que sueña con lo que te amo…

(A ti, mi amor)

(nota: archivo del 2004)

    Décalogo del Maestro

    1. AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños.
    2. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia.
    3. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección.
    4. ENSEÑA con intención de hermosura, porque la hermosura es madre.
    5. MAESTRO, se fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón.
    6. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
    7. ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino.
    8. ACUERDATE. Para dar hay que tener mucho.
    9. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro.
    10. PIENSA en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana.
    (Gabriela Mistral)

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